El número de casos de violencia doméstica en España está aumentando según los resultados de un informe publicado por la Fundación Mujeres. Según el informe, 315 mujeres han muerto a manos de sus maridos o parejas desde 1999, y el número de muertes se ha duplicado en los últimos seis meses.
La asociación culpa del elevado número de muertes a las medidas ineficaces tomadas por la policía, el poder judicial y el gobierno.
En diez de los casos, el asesino se suicidó después de matar a su esposa, lo que equivale al 22% de la cantidad total de muertes. Otro intentó suicidarse, pero fracasó.
Pistolas y cuchillas
Todas las víctimas tenían entre 25 y 44 años y la mayoría de sus asesinos tenían más de 40 años.
41% fueron apuñalados hasta la muerte, 23% fueron fusilados, 13% estrangulados y 11% fueron golpeados hasta la muerte.
La mayoría de las mujeres asesinadas eran españolas, aunque algunas eran colombianas, pero la mayoría de los hombres que asesinaron a sus esposas eran marroquíes.
Estas cifras son más que inaceptables. El hecho de que ya este año hayan perdido la vida 50 mujeres en casos de violencia doméstica ha impulsado al gobierno a implementar nuevas medidas para dar protección física y ayuda financiera urgente a las víctimas en un intento de detener el problema en espiral.
En Alicante se ha creado una nueva unidad compuesta por seis policías nacionales para prevenir, asistir y proteger a las víctimas de agresiones físicas. Todos los policías tienen teléfonos móviles para que las mujeres que se sientan amenazadas o agredidas por sus maridos o compañeros puedan comunicarse con ellos en todo momento.
El departamento del interior está planeando dar a las mujeres maltratadas teléfonos móviles para que puedan llamar a los agentes asignados para protegerlas. Los agentes de policía tendrán la responsabilidad de proteger a entre una y diez mujeres. Todos los oficiales han recibido una formación especial en Madrid y más oficiales asistirán al curso el próximo mes para aumentar el número de oficiales a 25 de acuerdo con las directrices del Ministerio del Interior. Todos estos policías se encuentran en fase de prejubilación y recibirán 2.004 euros adicionales al año por la prestación del servicio.
Justicia rápida de los tribunales
La semana pasada, un juez de Alicante aplicó una nueva ley cuando ordenó a un hombre que desalojara la casa de la familia por amenazar a su esposa con violencia. El hombre amenazó a su esposa momentos antes de que se iniciara un juicio contra él y se dictó una orden de protección inmediata para proteger a la víctima de conformidad con las nuevas disposiciones.
A la víctima se le concedió el uso de la vivienda familiar y se ordenó al acusado que pagara la manutención de los miembros menores de la familia que permanecerán bajo la custodia de su madre.
Estas nuevas órdenes de protección duran un mes y dan a las víctimas de violencia doméstica tiempo suficiente para solicitar una separación jurídica. Si no se solicita una separación, la orden expira.
Esta es la primera vez que un juez ordena a un cónyuge violento que abandone el hogar para proteger a una víctima. La ley se promulgó para intentar frenar el espectacular aumento del número de casos de violencia doméstica y sus consiguientes problemas sociales. Se espera que al reducir la oportunidad de confrontaciones entre el agresor y la víctima, y sus hijos y otros miembros de la familia, se eviten incidentes más graves.
Hable
Uno de los problemas a los que se enfrentan los trabajadores sociales y el sistema judicial para hacer frente a estos delitos es que se estima que el 68% de los casos que terminan en la muerte de la esposa a manos de su marido nunca son vistos por los tribunales. Las estadísticas nacionales muestran que durante los tres primeros meses de 2003 se presentaron 32.000 denuncias de violencia en el hogar, aunque otros estudios muestran que el número real de incidentes podría alcanzar los 600.000 casos.
Cuando el juez tomó su decisión, el acusado fue procesado a través del sistema de tribunales de vía rápida, declarado culpable de tres delitos.