Se está utilizando agua potable para regar algunas de las calles de Alicantes, a pesar de la advertencia oficial de sequía y de las severas restricciones de agua.
Los vecinos se han quejado ante el ayuntamiento pero las autoridades afirman que las restricciones de agua no están en crisis y que tienen que utilizar agua potable porque no pueden obtenerla de un acuífero o depurador.
La gente indignada dice que cientos de litros de su agua potable se utilizan todos los días para lavar las calles del centro histórico de la ciudad y sus alrededores, y que también se están regando los jardines con mangueras.
En junio se introdujeron varias medidas que restringían el uso del agua porque ya existía preocupación por los bajos niveles en los embalses locales tras la prolongada sequía.
Las medidas incluían la prohibición de utilizar agua potable para regar jardines privados y calles de la ciudad, aunque el ayuntamiento se reservaba el derecho de anular esta última medida si consideraba que el uso de cualquier otra agua constituía un peligro para la salud pública.
En años anteriores, cuando se emitieron alertas de sequía, el Ayuntamiento de Alicante utilizó agua de acuíferos, pero decidió no utilizar agua de depuradoras alegando que olía mal y creaba demasiada espuma.
Los habitantes de Alicante pueden necesitar su agua potable, pero puede que no les guste su sabor, según un informe reciente.
La Comisión de Expertos de la Fundación para la Investigación Nutricional constató que el agua potable en las zonas mediterráneas de España tiene un sabor pobre y concluyó que, aunque España cumple con las medidas sanitarias, los españoles y los visitantes no beben el agua debido a su mal sabor.
La Comisión constató que el mejor agua potable, por su pureza y sabor, se encuentra en el norte de España, lejos del Mediterráneo. San Sebastián, Bilbao, A Coruña, Ourense y Pamplona encabezan la lista.