VOLUNTARIOS han sido acorralados por la policía para ayudar en la búsqueda de la esquiadora ganadora de medallas olímpicas Blanca Fernández Ochoa, desaparecida desde el 23 de agosto pero cuya desaparición no fue denunciada hasta este fin de semana.

Inicialmente, la jubilada olímpica de invierno, considerada la mejor mujer española en la historia del esquí y la primera mujer española en ganar una medalla, le había dicho a su hija Olivia que iba a hacer un viaje a pie al norte de España.

Pero las sospechas surgieron cuando Olivia, que juega al rugby con la selección española, descubrió que su madre no se había llevado su teléfono móvil.

Entre la desaparición de Blanca y la denuncia de su familia, pasaron ocho días.

Cuatro días después de la última vez que vieron a Blanca, Olivia subió una fotografía de sí misma buceando en Instagram, y a su madre le’gustó’, insinuando que todavía estaba en contacto con el mundo al 27 de agosto.

Pero Olivia reveló más tarde que le había’gustado’ su propia foto registrada en la cuenta Instagram de su madre.

El domingo se encontró la Mercedes A negra de Blanca en Cercedilla, en las montañas del norte de la Gran Comunidad de Madrid y a 62 kilómetros al norte de la ciudad, en el aparcamiento de Majavilán y cerca del inicio de la ruta de los excursionistas.

Sus ventanas estaban cerradas y el coche no había sufrido ningún daño aparente.

Los testigos afirman que no había estado estacionado allí durante más de 24 horas, o seis días después de que se fuera de casa.

Alrededor de 250 socorristas profesionales y tres helicópteros, además de 150 voluntarios, están buscando al campeón de esquí.

La policía sospecha que la desaparición de Blanca es voluntaria, pero su familia no está de acuerdo y cree que pudo haber sufrido un accidente mientras caminaba.

Diagnosticada como bipolar cuando era niña, y sufriendo «altibajos» toda su vida, Blanca estaba sin embargo «en un buen lugar» en el momento en que fue vista por última vez, según su cuñado Adrián Federighi, por lo que no cree que se hubiera marchado por su cuenta sin que alguien supiera dónde estaba.

Después de haberse retirado de su propio deporte, Blanca estaba concentrando todas sus energías en ayudar a Olivia a triunfar en su carrera de rugby.

Sin embargo, una amiga suya, Coral Bistuer, medallista olímpica de Tae Kwondo, dijo que la última vez que habló con Blanca en marzo, la esquiadora estaba «pasando por un momento difícil» y estaba «siendo atendida por varios especialistas».

Coral dice que Blanca `puede haber tenido otro brote de su enfermedad’.

La policía descubrió que la cuenta bancaria de Blanca no había sido tocada desde la última vez que fue vista, pero su familia dice que no tiene tarjetas de débito ni de crédito, por lo que la falta de transacciones con su cuenta no les dice mucho.

Las autoridades han hablado de la desaparición de Blanca como de «alto riesgo».

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