Todas las compañías que tienen un compromiso real con el cumplimiento legal, fiscal y laboral cuentan con la intercesión de estos juristas que ayudan a evitar riesgos y mejorar el crecimiento
Cuando una persona decide estudiar la modalidad de derecho lo hace con intención de ser una herramienta clave en el cumplimiento de la norma. Así como en la defensa legal de los intereses de sus clientes o de la entidad en la que trabaje. En ese sentido, en el ámbito empresarial surge la figura del compliance.
¿Qué es el compliance y cómo abordarlo desde un punto de vista académico? Concretamente, se trata de una serie de procedimientos legales en el que se sustentan las compañías, entidades y organizaciones con el deseo de identificar y señalar los diferentes grados de riesgos en la organización y la legalidad a los que se enfrenta en su sector. Por tanto, es una herramienta clave que previene, gestiona y controla cualquier contratiempo en esos campos de acción.
Llegado aquí habría que preguntarse, ¿existe una formación específica en este ámbito? Y sí, la respuesta es afirmativa. Gracias, por ejemplo, a formaciones como el master compliance los juristas y abogados podrán satisfacer esas necesidades que surgen en cualquier sector empresarial. Gracias a esta formación se convendrá una capacidad extra que es útil para gestionar y prevenir cualquier situación compleja y de riesgo que vulneren la legislación aplicable al sector de las empresas en su conjunto.
Herramientas del alumno para conseguir sus objetivos
En una formación que tiene una duración total de cinco meses y en las que se emplean hasta las 300 horas lectivas. El alumnado tiene a su disposición todo el material pedagógico completo. En ese mismo sentido, la entidad docente tiene una especial atención en la actualización y la organización del temario que se divide en tres bloques con 17 módulos en total.
Otra de las características que mejoran el acceso del alumnado es que es 100% online y, por tanto, toda la información está disponible en la plataforma las 24 horas del día los 365 días del año. El hecho de que no tenga una temporalidad de docencia permite que cada alumno acceda a la formación cuando más le convenga. Ya que, contará en todo momento con un tutor personal que tendrá asumida la tarea de solventar cualquier duda y guiar en la consecución de los objetivos del plan de estudio de este máster en compliance.
Además de todo lo anterior, el alumno dispondrá de una metodología completamente enfocada a la práctica y con una teoría inductiva hacia la misma. Para ello, la actualización continua del material formativo es esencial.
Se abren grandes puertas laborales gracias al compliance
Por supuesto, el hecho de matricularse en un máster lleva implícita la idea de ampliar los horizontes, no solo de conocimiento, que es imprescindible, sino los propios laborales. Una especialización tan concreta como el compliance ayuda a los letrados y abogados a mejorar su expectativa laboral y a ser más atractivos para los reclutadores.
Por supuesto, en el s.XXI las empresas por su gran vocación global e internacional deben contar con equipo de compliance bien formados para no incurrir en riesgos para el capital y el futuro de la estabilidad de la entidad. De ahí que sean muchas las que colaboran con esta formación y forman parte de su red de espacios en los que realizar prácticas y una posible incorporación laboral. Esa es otra de las ventajas de cursar el máster de compliance en una entidad formativa solvente.
En definitiva, el máster de compliance abre puertas al mercado laboral, al conocimiento jurídico en el ámbito empresarial y dota de las herramientas necesarias para evitar contratiempos y riesgos innecesarios para el empleador. Es el momento de elegir el camino correcto y este máster, sin duda, puede ser una gran opción.