Descansa en paz…. Aparte de los domingos cuando el Atlético de Madrid juega un partido de fútbol. Ese fue el último deseo de los aficionados que, a partir de 2009, pudieron optar por que sus cenizas fueran depositadas en las entrañas del emblemático estadio Vicente Calderón del club. Incluso hubo algunas peticiones de que las urnas se volcaran los días de partido para que estuvieran frente al terreno de juego y, de alguna manera, anotaran todos los goles marcados por su amado club. La idea era una declaración de amor incondicional hacia un lugar en el que los aficionados querían permanecer hasta la muerte del propio estadio, un proceso agonizante que entró en su fase final en febrero, cuando comenzó la demolición total del edificio.

El Atlético creó un columbario de unos 600 metros cuadrados con capacidad para 2.490 nichos.

Inaugurado en 1966 a orillas del río Manzanares de Madrid, el estadio de casi 55.000 localidades fue la sede del club hasta el final de la temporada 2017, cuando se trasladó al recién construido estadio metropolitano de Wanda, en el noreste de la ciudad. En 2007, el club, el Ayuntamiento de Madrid y la cervecera española Mahou, propietaria de una cervecería cercana, firmaron un acuerdo para rezonificar el terreno, que se convertirá en una zona residencial. Las disputas legales hicieron que el proyecto se retrasara en numerosas ocasiones a lo largo de los años, de ahí que la demolición se iniciara a principios de este año.

Bajo lo que era el lado sur del estadio, el Atlético creó un columbario de unos 600 metros cuadrados con capacidad para 2.490 nichos, cuyos precios oscilaban entre 1.500 y 4.000 euros, dependiendo de si había espacio para una, dos o incluso tres urnas. Ubicada en el antiguo gimnasio del club, también había una capilla, todas ellas destinadas a facilitar las visitas de familiares y amigos durante los 50 años en los que se podían ocupar los nichos.

La idea se originó en el hecho de que muchos aficionados esparcían las cenizas de sus seres queridos en los campos de fútbol, a pesar de la completa falta de regulaciones que cubrieran tal actividad. Giem Sports, la empresa que concibió el proyecto, convenció no sólo al Atlético para que lo pusiera en marcha, sino también al Betis, al Barcelona F.C. y al Espanyol. Incluso ampliaron el alcance del proyecto y consiguieron contratos con circuitos de carreras como Montmeló, el circuito catalán que ha acogido carreras de Fórmula 1 y MotoGP.

Pero Atleti fue el primer club en dar el salto. Las paredes del antiguo gimnasio se convirtieron en murales de cerámica, con imágenes de los momentos más gloriosos del club. Detrás de estas paredes estaban las cenizas de sus fans.

Pero el negocio, apodado Espacio Conmemorativo Vicente Calderón, nunca terminó funcionando como se suponía. Sólo un pequeño porcentaje de los nichos fueron ocupados en 2012. Según los últimos datos a los que la agencia de noticias EFE tuvo acceso en ese año, apenas había 30 urnas con 120 nichos reservados, lejos de las 4.210 urnas que podrían haber estado alojadas allí.

El negocio, apodado Espacio Conmemorativo Vicente Calderón, nunca llegó a funcionar de la manera en que se suponía que lo haría.

Años más tarde, en 2016, Giem Sports tuvo que suspender sus pagos y entró en administración, dejando el futuro de su negocio en el aire. El antiguo propietario de la firma, Santiago Bach, terminó siendo acusado de fraude por sus socios e inversores por el proyecto que inició en el estadio del Barcelona F.C., el Camp Nou. La investigación judicial incluyó una investigación sobre el actual presidente de Barcelona, Josep Maria Bartomeu, y el ex director Toni Freixa. El caso fue finalmente archivado.

«Me imagino que si vamos a cambiar[el columbario] ya se habrá solucionado todo, con el permiso de las familias y todo», dijo el actual presidente del Atlético, Enrique Cerezo, en diciembre de 2018 durante la firma de un acuerdo entre el Ayuntamiento de Madrid y Mahou San Miguel, que finalmente dio paso al proyecto de remodelación que durante mucho tiempo había sido planificado para el lugar.

Mientras que las cenizas permanecieron en el Calderón durante el primer año de existencia del nuevo estadio del Atlético, el Wanda Metropolitano, el inicio de los trabajos de demolición requirió el traslado de los restos, algo que, según ha confirmado el club, ya se ha completado.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here